La esperada interconexión vial Monterrey-San Pedro, conocida como “La Diana”, está por arrancar. Este ambicioso proyecto busca unir puntos estratégicos de ambas ciudades, agilizar los traslados y descongestionar vialidades clave como el túnel de Loma Larga. Su planeación ha implicado coordinación entre gobiernos municipales, el Estado y la iniciativa privada, marcando un hito en infraestructura metropolitana.
Viaducto Elevado Sobre Loma Larga Será El Primer Paso
El proyecto contempla, en su primera fase, la construcción de un viaducto elevado que partirá desde la avenida Lázaro Cárdenas, en San Pedro Garza García, y descenderá hacia Morones Prieto y Gonzalitos, en Monterrey. La obra tendrá una longitud aproximada de dos kilómetros.
Esta vía contará con cuatro carriles, de los cuales tres estarán destinados a vehículos particulares y uno será exclusivo para transporte público, lo que responde a una necesidad creciente de modelos de movilidad más sustentables y equitativos.
El objetivo principal es agilizar el tráfico entre los municipios más importantes del área metropolitana de Nuevo León, sin necesidad de atravesar el túnel de Loma Larga, que hoy en día presenta altos niveles de saturación, sobre todo en horas pico.
Se prevé que los trabajos inicien a finales de julio, tras la presentación oficial del arranque de obras en Palacio de Gobierno. La licitación pública nacional ya está en proceso y permitirá definir a la empresa que ejecutará esta primera fase.
Financiamiento Multinivel: Municipios, Estado Y Fundación Privada
La financiación de la obra será compartida. El municipio de San Pedro Garza García aportará 200 millones de pesos en dos años (100 mdp en 2024 y 100 mdp en 2025). Por su parte, el Gobierno del Estado destinará 200 millones de pesos más para complementar el costo de la obra.
Además, la Fundación Montemayor, perteneciente al sector privado, contribuirá con 30 millones de pesos para la compra de terrenos. Monterrey también destinará recursos y apoyo técnico en la ejecución del proyecto.
En total, la obra tendrá una inversión aproximada de 1,200 millones de pesos, que incluye tanto la infraestructura como el reordenamiento urbano asociado. Ya se ha liberado el primer tramo de terrenos, y actualmente se trabaja en obtener los permisos correspondientes en dos frentes adicionales.
Este modelo de colaboración público-privada se plantea como una forma eficiente de ejecutar obras de gran impacto regional, compartiendo costos y responsabilidades entre varios actores.

Fuente: Va Mauricio por 3 interconexiones de San Pedro a Monterrey
Beneficios A La Movilidad Y Preocupaciones Ciudadanas
Entre los beneficios más destacados de la interconexión vial están la reducción en los tiempos de traslado, el desahogo de arterias clave, y la posibilidad de habilitar más rutas para transporte público, algo que ha sido demandado por años por quienes trabajan o viven entre ambas ciudades.
Además, el viaducto permitirá liberar presión sobre avenidas como Vasconcelos, Constitución y Gonzalitos, mejorando la conectividad no solo para automovilistas, sino también para peatones y ciclistas, ya que se contempla una visión de movilidad multimodal a futuro.
Sin embargo, no todo ha sido aplauso. Diversos vecinos de las colonias Independencia y Loma Larga, por donde pasará el trazo del proyecto, han levantado la voz para exigir mayor transparencia. Temen afectaciones al entorno urbano, patrimonial y ambiental, sobre todo porque en el pasado la zona fue considerada como hábitat de especies protegidas.
Organizaciones civiles también han pedido estudios técnicos completos y la divulgación de los documentos ambientales que garanticen que el proyecto no alterará el ecosistema ni pondrá en riesgo la salud pública de los habitantes cercanos.
Zona De Riesgo Ambiental Y Contexto Histórico
La historia de este proyecto se remonta a planes propuestos desde 2016. Aunque en distintas administraciones se han esbozado ideas similares, ninguna había sido formalmente ejecutada hasta ahora.
Cabe recordar que, en 2019, un juzgado federal suspendió temporalmente otro proyecto en Loma Larga, al considerar que podría poner en riesgo a ciertas especies de flora y fauna. Por eso, los colectivos exigen máxima vigilancia, ya que cualquier intervención debe cumplir estrictamente con los criterios establecidos por la Ley de Equilibrio Ecológico.
Pese a estas preocupaciones, las autoridades han asegurado que todos los permisos están siendo tramitados conforme a la norma, y que se contempla una estrategia de mitigación de impactos urbanos y ambientales. También se han comprometido a establecer mesas de diálogo con vecinos para atender sus inquietudes.
Fases Posteriores Y Proyección A Futuro
Una vez completada esta primera fase, se dará paso al tramo multimodal Zaragoza–Zuazua, que busca conectar la zona centro de Monterrey con el Parque Rufino Tamayo, en San Pedro. Esta segunda etapa fortalecerá el tránsito intermunicipal y abrirá nuevas posibilidades para el transporte público metropolitano.
El proyecto total se plantea a largo plazo, con una ejecución escalonada que permita evaluar impactos, corregir desvíos y asegurar su viabilidad social. El tiempo estimado para completar la primera fase es de 18 meses, por lo que se espera que finalice hacia finales de 2026.
Durante este tiempo, será clave mantener informada a la ciudadanía sobre los avances, retrasos, cierres viales y medidas de mitigación. El éxito del proyecto dependerá en buena medida de la transparencia institucional y de la voluntad política para cumplir con lo prometido.
Participación Ciudadana Y Vigilancia Social
Distintos sectores de la sociedad civil han manifestado su intención de vigilar de cerca el proceso, no solo por los impactos directos en su entorno, sino también por el precedente que puede sentar esta obra.
Si el proyecto logra ejecutarse con responsabilidad y respeto a las comunidades, podría convertirse en un ejemplo nacional de infraestructura moderna, sustentable y consensuada. De lo contrario, corre el riesgo de caer en las viejas prácticas de imposición sin consulta.